La hiperhidrosis o sudoración excesiva es un trastorno en la superfície de la piel que provoca más sudor del necesario para controlar la temperatura corporal. Las zonas más comunes donde aparece el sudor son: axilas, ingles, palmas de las manos y plantas de los pies.
Este trastorno afecta por igual tanto a hombres como a mujeres y puede llegar a afectar a su vida bajando la calidad de esta hasta el punto de afectar en el trabajo, la forma de vestir o las relaciones sociales.
Causas de la hiperhidrosis
No se conocen causas específicas de la hiperhidrosis, aunque se cree que existe una predisposición genética. Además, puede añadirse el hecho de encontrarse en un periodo de estrés y eso agravar la situación.
Tratamientos para combatir el sudor
Existen varias soluciones a la sudoración excesiva, aunque todavía ninguna de ellas es eficaz de forma permanente.
Para empezar pueden usarse tópicos que incluyan clorhidrato de aluminio, como la mayoría de desodorantes que podemos encontrar en el supermercado o la farmacia, aunque esta no deja de ser una solución temporal.
En la consulta de la Dra. Otilia Boix usamos una de las soluciones más eficaces que existen hasta la fecha: la toxina botulínica.
La toxina botulínica para eliminar el sudor: ¿cómo funciona?
La toxina botulínica (o bótox) se inyecta en pequeñas dosis repartidas por toda la zona donde está el sudor. Esto hace un bloqueo selectivo de la función de las glándulas sudoríparas, por lo que disminuye el sudor que se produce en las zonas donde se inyecta el bótox.
Se trata de una intervención mínima y rápida con unos resultados visibles a los pocos días (a partir de 2 días ya se nota y a partir de la semana la eficacia es del 100%). Tiene una duración de entre 3 y 8 meses dependiendo de cada persona.
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